El turismo de aventura ampliará en los próximos años, su base de negocio. Lo hará diversificando la oferta para llegar a más viajeros.
La mayor parte de este crecimiento se dará en el “soft adventure”, un tipo de turismo de aventura formado por las actividades de aventura de menor riesgo y esfuerzo físico. En una menor cantidad, también se ampliarán las actividades de “hard adveture”, como la escalada, el montañismo o la espeleología.
Este estudio sobre turismo de aventura se realizó en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Brasil y Argentina, tratando el término “turismo de aventura” cómo cualquier viaje doméstico o internacional que incluyera al menos dos de las tres características siguientes: actividad física, interacción con la naturaleza y aprendizaje o intercambio cultural. El resultado muestra que sólo el 2% de los viajeros realizaron algún tipo de “hard adventure”, frente al 25% de actividades de “soft adventure”.
El estudio también indica que los practicantes de “soft adventure” prefieren probar actividades diferentes cada vez y responden mejor a las acciones de marketing dirigidas a ellos, mientras que los que hacen actividades de más riesgo suelen dedicarse a ellas con más exclusividad.
Prometedor futuro para el turismo de aventura
Las actividades de “soft adventure” continuarán reclutando aficionados, de manera que la demanda seguirá creciendo y con ella, la oferta. A pesar de la crisis, el turismo de aventura resiste y crece poco a poco.
A pesar de este aumento, el informe indica que el marketing turístico se tiene que replantear su actividad, adaptándose a la situación actual y reformulando productos y marcas. Además, el encarecimiento de los vuelos puede provocar que aumenten los viajes de proximidad con actividades de aventura, así como escapadas de aventura de un día de duración, y que los grandes viajes disminuyan.
En España las perspectivas también son favorables. Cerca de 1.300 empresas se dedican al turismo de aventura en España y que más de siete millones de personas al año disfrutan de este tipo de actividades. De esta manera, el turismo de aventura se ha convertido, en España también, en uno de los sectores que más esté creciendo en los últimos años.
Con este interés creciente, las compañías de seguros se han tenido que adaptar a la situación y a los nuevos clientes de las diferentes actividades: senderismo, escalada, cicloturismo, paintball…
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